Si bien para algunos significa no estar subordinado, poder expresarse y tener derechos, entre otras cosas, hoy dejo mi estado natural y me pongo en superficial para decir que libertad es lo que siento que me falta de lunes a viernes desde que entro hasta que salgo al colegio, o sea, casi todo el día.
Hay cosas peores, lo sé. Pero en esta época del año, las rejas de las ventanas del aula parecen ser más tupidas, el poco pedacito de sol que hay en el patio parece achicarse y la camisa y la corbata empiezan a resultar molestas.
Con una plaza cerca, una chomba y un horario más reducido, tal vez deje de sentir lo gruesas que son las cuatro paredes del bendito colegio.
Al cierre de la edición todavía usaba camisa; aclarado.
29 octubre 2008
20 octubre 2008
Sinceramente, toda esta cosa del cambio de horario me desespera. Todo bien con el ahorro de energía, pero me siento engañada.
Así, hoy salí a la calle a comprar cosas varias a eso de las ocho de la noche (o de la tarde, ya no sé), dejándome llevar por la luz que asomaba por mi ventana, para darme cuenta que los negocios ya habían cerrado. De todas las cosas que necesitaba comprar, sólo compré una y volví indignada, claro.
Tampoco soy de esos que no asumen que la hora está cambiada y hacen comentarios del tipo "Hoy me levanté a las cinco de la mañana de antes" para demostrar que no se levantaron a las seis, como solían hacerlo. O aquellos que, cuando alguien dice la hora preguntan "¿De antes o de ahora?". Es obvio que la hora que habría sido ayer en este preciso instante me importa poco y nada, date cuenta.
La cuestión es que mi vida sigue rigiéndose por mi reloj biológico, lo que hace que tenga hambre y madre diga que hasta que no se haga de noche no comemos.
Así, hoy salí a la calle a comprar cosas varias a eso de las ocho de la noche (o de la tarde, ya no sé), dejándome llevar por la luz que asomaba por mi ventana, para darme cuenta que los negocios ya habían cerrado. De todas las cosas que necesitaba comprar, sólo compré una y volví indignada, claro.
Tampoco soy de esos que no asumen que la hora está cambiada y hacen comentarios del tipo "Hoy me levanté a las cinco de la mañana de antes" para demostrar que no se levantaron a las seis, como solían hacerlo. O aquellos que, cuando alguien dice la hora preguntan "¿De antes o de ahora?". Es obvio que la hora que habría sido ayer en este preciso instante me importa poco y nada, date cuenta.
La cuestión es que mi vida sigue rigiéndose por mi reloj biológico, lo que hace que tenga hambre y madre diga que hasta que no se haga de noche no comemos.
16 octubre 2008
Un extraño de pelo largo
El futuro es un tema muy recurrente en las charlas con mi grupo de amigas.
Hoy me pronosticaron terminar a los treinta, soltera, en un bar de mala muerte, conociendo a un ex stripper de pelo largo, y con la voz ronca por el cigarrillo (ya que todas acordaron que en unos años me ven fumando).
Dado que, se supone, son las personas que más me conocen, siento que debo replantearme mi situación como soltera, como así también, expresar mis sentimientos de casarme con un príncipe azul, tener muchos hijitos rubios e irme a vivir al campo (por Dios, nunca me dejen!)
Como ninguna de estas cosas van a ser llevadas a cabo, simplemente adoptaré la actitud conformista de decir: hay cosas peores.
Hoy me pronosticaron terminar a los treinta, soltera, en un bar de mala muerte, conociendo a un ex stripper de pelo largo, y con la voz ronca por el cigarrillo (ya que todas acordaron que en unos años me ven fumando).
Dado que, se supone, son las personas que más me conocen, siento que debo replantearme mi situación como soltera, como así también, expresar mis sentimientos de casarme con un príncipe azul, tener muchos hijitos rubios e irme a vivir al campo (por Dios, nunca me dejen!)
Como ninguna de estas cosas van a ser llevadas a cabo, simplemente adoptaré la actitud conformista de decir: hay cosas peores.
06 octubre 2008
La heladera respira todavía
Llegar del colegio pasadas las seis de la tarde, sin haber comido nada desde la una, no está nada bueno.
Peor aún, si cuando abrís la heladera te encontrás con que no hay galletitas dulces, ni pan lactal de salvado ni queso untable ni jamón para hacerte un sánguche.
Logré rescatar un paquete de pan blanco del fondo de la heladera que había sobrado de mi almuerzo para el Día de la Primavera (que seguramente estaba vencido, pero ante la desesperación, cualquier fecha es un número separado con barras).
Resignada, pongo a calentar agua para el mate y decido ir a estudiar al comedor para así no tentarme con las otras cosas que había en la cocina (ya había mirado con cariño un salame, y dos empanadas). Grande fue mi sorpresa cuando, al prender la luz del comedor, me encuentro que la mesa no estaba. Sin entender mucho, voy hasta el living, y veo que la mesa ratona también había sido sustraída.
Todo bien con que estoy en medio de una mudanza, pero falta más de un mes para cambiar de casa y una mesa o un pote de queso untable son cosas necesarias.
Ah, terminé en la cocina, untando con paté un pan vencido.
Peor aún, si cuando abrís la heladera te encontrás con que no hay galletitas dulces, ni pan lactal de salvado ni queso untable ni jamón para hacerte un sánguche.
Logré rescatar un paquete de pan blanco del fondo de la heladera que había sobrado de mi almuerzo para el Día de la Primavera (que seguramente estaba vencido, pero ante la desesperación, cualquier fecha es un número separado con barras).
Resignada, pongo a calentar agua para el mate y decido ir a estudiar al comedor para así no tentarme con las otras cosas que había en la cocina (ya había mirado con cariño un salame, y dos empanadas). Grande fue mi sorpresa cuando, al prender la luz del comedor, me encuentro que la mesa no estaba. Sin entender mucho, voy hasta el living, y veo que la mesa ratona también había sido sustraída.
Todo bien con que estoy en medio de una mudanza, pero falta más de un mes para cambiar de casa y una mesa o un pote de queso untable son cosas necesarias.
Ah, terminé en la cocina, untando con paté un pan vencido.
02 octubre 2008
Conformistas
Soy adepta a los dichos y frases. Tengo que admitir que me encanta decirlos. Sin embargo, hay algunos que me indignan y son los conformistas.
Situación cotidiana si las hay, quejarse de que no hay sol y que alguien diga aunque no lo veamos el sol siempre está. O quejarse de la lluvia, y que digan que siempre que llovió paró. Ya sé que va a parar querido, solamente digo que no quiero que esté lloviendo en éste momento.
Sin lugar a dudas, el premio al más irritante, es en la panza todo se mezcla. ¡Cómo si uno no supiera cómo funciona el sistema digestivo! Simplemente no quiero comer merengue con maní...bah, quién querría?
Situación cotidiana si las hay, quejarse de que no hay sol y que alguien diga aunque no lo veamos el sol siempre está. O quejarse de la lluvia, y que digan que siempre que llovió paró. Ya sé que va a parar querido, solamente digo que no quiero que esté lloviendo en éste momento.
Sin lugar a dudas, el premio al más irritante, es en la panza todo se mezcla. ¡Cómo si uno no supiera cómo funciona el sistema digestivo! Simplemente no quiero comer merengue con maní...bah, quién querría?
Etiquetas:
Lo cotidiano,
Lo que me indigna,
Lugares comunes
Suscribirse a:
Entradas (Atom)