14 abril 2009

Si bien nunca nadie se lo pidió, ni se lo pediría, mi hermana insiste con la idea de sorprendernos con su arte culinario. Así, luego de un intento fallido de lemon pie, que se asemejó a una sopa de limón con merengue arriba, quiso intentar con el guacamole. De esta manera, cinco paltas fueron tiradas a la basura, luego de haberlas dejado reposar envueltas en diario durante tres semanas, consejo de vaya a saber qué verdulero amigo suyo, por haberlas descubierto podridas.
Ahora dice que quiere hacer sushi...

2 comentarios:

Maite dijo...

no Dani, que el pescado está caro!

(esta anecdota habias empezado a contarmela en el curso cuando agus interrumpio contando noseque y después ollvidé preguntar el final, aunque sin ofender a D, era algo predescible)

violeta dijo...

che, tonta, no sabés qué bueno me salió el guacamole el domingo! por este post (que no había visto), te ganaste la prohibición de probar el próximo manjar que experimente!